La creciente preocupación por el cuidado personal, ha llevado a las personas a percibir la importancia de contar con una sonrisa agradable y bien cuidada. Sin embargo, esto también ha impulsado a algunas personas a tomar medidas arriesgadas, como es el caso de las recetas mal llamadas “naturales” sin supervisión de un profesional y los productos comerciales que se han popularizado para realizar tratamiento de blanqueamiento dental casero.
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El blanqueamiento dental casero puede ser de dos tipos: uno con el uso de productos comerciales que prometen el blanqueamiento progresivo de los dientes, sin embargo, cuentan con una concentración mínima de sustancias blanqueadoras, lo cual dificulta el cumplimiento de esa promesa. Por otro lado, está el tratamiento de blanqueamiento dental con una receta casera, con ingredientes generalmente fáciles de conseguir y económicos, pero que pueden representar grandes riesgos, si se realizan sin supervisión de un profesional.
El blanqueamiento dental es un tratamiento aparentemente estético que presenta beneficios físicos como el realce de la belleza en la sonrisa y el rejuvenecimiento del aspecto facial, pero va mucho más allá de lo superficial, brindando beneficios personales y sociales, como la satisfacción personal, el aumento del autoestima, la mejora en el relacionamiento con otras personas, la aceptación e integración social y el fortalecimiento de la personalidad y la seguridad.
Los tratamientos de blanqueamiento dental comerciales, generalmente contienen sustancias blanqueadoras en cantidades insuficientes para lograr el blanqueamiento; pueden generar un dolor bastante intenso aplicados sobre un diente con caries y contienen materiales abrasivos que rayan el diente, dando la apariencia de blancura mientras están acabando con el esmalte, que es el único tejido del ser humano que no se reproduce. Ese desgaste o pérdida del esmalte, ocasiona sensibilidad extrema.
Por otra parte, cada persona tiene características diferentes y es por eso que un producto genérico o receta, no da los mismos resultados en todos las personas. Los tratamientos caseros y comerciales no contemplan las variables que estudia un profesional al analizar al paciente, como por ejemplo identificar el tipo de esmalte, si tiene permeabilidad, conocer los hábitos y forma de vida (pensando en el mantenimiento del tratamiento a largo plazo), analizar si el paciente presenta problemas de encías y por ende, predisposición a la sensibilidad y muchos factores que hacen recomendable que el tratamiento se realice con acompañamiento profesional.
Independientemente del procedimiento, es muy importante comenzar por analizar la alimentación y los hábitos, para luego hacer las modificaciones pertinentes (sea para evitar que se manchen más o en el caso de realizar un tratamiento de blanqueamiento dental casero, para conservar el resultado del mismo). Es recomendable una dieta baja en colorantes y en bebidas oscuras como refrescos, vino, café, té, etc.
Antes de iniciar cualquier tratamiento casero, es importante realizar una valoración con un especialista, que diagnostique las condiciones específicas, evalúe los posibles riesgos y analice las mejores opciones.
Finalmente, es importante la supervisión del especialista en el tratamiento, sin importar que sea un tratamiento casero, porque será quien podrá identificar las reacciones y hacer las modificaciones que sean necesarias para evitar riesgos en el proceso.
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