Cómo debo limpiar correctamente mi cepillo de dientes y cada cuánto reemplazarlo
Este artículo ha sido revisado por el Dr. Antonio Cabo León y el Dr. Jorge García Vivar
El cepillo de dientes es un elemento clave en la higiene bucal, aunque no es el único. Es importante también limpiarse entre los dientes con seda dental o limpiador interdental, seguir una dieta equilibrada, consultar al dentista con frecuencia para realizar un limpieza dental (profilaxis) en profundidad y chequeos generales de la boca, para prevenir enfermedades.
Pero para tener una boca sana también es importante mantener limpio el cepillo de dientes. Por eso, en este artículo encontrarás los tips para que puedas hacerlo correctamente.
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¿Cómo limpiar de manera correcta mi cepillo de dientes?
Para mantenerlo en perfectas condiciones de higiene y salud, después de usarlo debes sacudirlo con fuerza bajo el chorro de agua y colocarlo en posición vertical para que se ventile y así garantizar que se seque entre un uso y otro. El motivo de hacer esto es que pueden cultivar gérmenes, hongos y bacterias, cuando su almacenamiento no es el correcto y con el tiempo, esta condición puede agravarse.
Otra buena práctica es evitar que un cepillo de dientes esté en contacto directo con otro, así se previene el contagio de los virus y bacterias (gripe y catarro) entre ellos. Una buena opción para las familias es usar una base con orificios para ubicar varios cepillos sin posibilidad de rozarse.
Un par de veces a la semana disuelve 2 cucharadas de bicarbonato de sodio en una taza de agua tibia. Sumerge el cepillo en dicho líquido durante toda la noche.
En caso de viajes, se recomienda guardarlo en un protector de plástico para evitar que las cerdas se aplasten con el equipaje.
Cada cuánto tiempo he de cambiar el cepillo dental
Estudios demuestran que tras un uso regular del cepillo de dientes durante 3 meses, éste se vuelve menos efectivo para la reducción de placa de los dientes y las encías, porque sus cerdas pierden la resistencia y se hace más difícil que pueda llegar hasta las áreas más difíciles alrededor de los dientes.
Otro momento en el cual se debe cambiar es después de un resfriado, gripe, infección bucal o de garganta, porque existe el riesgo de que los gérmenes se hayan escondido en las cerdas del cepillo y esto puede revivir la infección. Incluso sin haber tenido la enfermedad, la proliferación de hongos y bacterias en las cerdas de un cepillo de dientes que se usa por más tiempo del recomendado puede desarrollarla.
Cepillo eléctrico vs cepillo manual
Con las alternativas actuales del mercado, tal vez te preguntes si es mejor usar un cepillo de dientes manual o uno eléctrico y la respuesta es simple, algunos cepillos eléctricos son mejores que los cepillos manuales. A continuación conocerás el por qué de esta afirmación:
· Algunos de los cepillos eléctricos pueden reducir la placa bacteriana, que es la que produce caries y gingivitis.
· El riesgo de abrasión del diente es menor, porque este tipo de cepillos tienen mecanismos que controlan la presión y disminuyen el riesgo de erosión en la superficie de los dientes. Un cepillado manual con demasiada presión, puede limar el esmalte del diente.
· El tiempo de cepillado aumenta al usar cepillo eléctrico. Se ha demostrado que el aumento en el tiempo suele estar entre un 20% y un 40%. Ese incremento del uso se ha asociado a que el cepillo eléctrico requiere menos esfuerzo, por lo cual las personas se cansarán menos y por otra parte, hay más motivación para la higiene bucal que con uno manual.
· Algunos cepillos eléctricos permiten controlar el tiempo mínimo de cepillado a través de una señal acústica que garantiza los dos minutos mínimos recomendados.
· Es muy útil para personas con discapacidad física o psíquica que tienen problemas o limitaciones para realizar una correcta higiene bucal.
Los cepillos eléctricos más eficaces son aquellos que tienen un mecanismo oscilante – rotatorio, porque permiten alcanzar la zona yuxtagingival (donde termina la encía y empieza el diente).
Sin embargo, hay algunas condiciones en las cuales es recomendable el uso del cepillo manual, en vez del eléctrico. Por ejemplo, después de una cirugía, cuando hay puntos de sutura o existe una zona con dolor, los cepillos manuales con cerdas ultra suaves, serán la mejor opción para controlar la velocidad y la presión en el área sensible.
Otra situación en la cual es recomendable el cepillo manual es cuando una persona está en tratamiento de ortodoncia, porque con uno eléctrico podría desprender algún alambre durante el cepillado.