Brackets metálicos: descubre por qué siguen siendo los más utilizados
Este artículo ha sido revisado por el Dr. Antonio Cabo León y el Dr. Jorge García Vivar
Los brackets metálicos han sido y son actualmente los más utilizados y conocidos a la hora de corregir problemas dentales como el apiñamiento, la maloclusión y las irregularidades en la colocación de las piezas dentales.
En general, han estado relacionados con los niños y con los adolescentes, que eran los que más solían someterse a este tratamiento. Actualmente, los adultos también llevan aparatos metálicos, debido al aumento en el interés de la población en general por mejorar sus problemas dentales ya sea por una mordida deficiente o por cuestiones estéticas, independientemente de su edad.
Índice de contenidos
¿Qué son los brackets metálicos o fijos?
Los brackets metálicos son el sistema más tradicional de ortodoncia, y también el más económico y resistente. Por estos motivos es también el más utilizado, sobre todo en adolescentes y niños, aunque cada vez más en pacientes de todas las edades.
El tratamiento consiste, básicamente, en colocar brackets de un material metálico sobre la cara externa de los dientes, unidos por gomas y un arco de alambre que ejerce presión sobre la arcada para conseguir una oclusión correcta y una sonrisa homogénea.
La ortodoncia está formada por los brackets, que son pequeñas placas que van pegadas al diente, y el arco, que va pasando por los brackets para ejercer presión y poder mover las piezas dentales. En el caso de los brackets autoligables, los brackets se sujetan al arco mediante unas pestañas que traen incorporadas.
De esta forma, no hace falta utilizar gomas ni cambiarlas cada cierto tiempo, el tratamiento gana en eficacia y la limpieza bucodental se simplifica.
¿Cuánto cuesta la ortodoncia metálica?
El precio de una ortodoncia con brackets metálicos está aproximadamente entre los 1500 y los 2500 euros aproximadamente, aunque dependerá en gran medida del tipo de ortodoncia elegido, del caso concreto que presente el paciente, de la duración del tratamiento y de la clínica en la que se realiza.
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Diferencias con el resto de aparatos dentales
La principal gran ventaja de los brackets metálicos es que son muy económicos respecto al resto, a la vez que proporcionan resultados excelentes, Su principal desventaja, sobre todo en el caso de que el paciente sea adulto, es que estéticamente son los menos agraciados.
En el caso de los adolescentes y de los niños, que son los que normalmente se someten a este tratamiento, el usar ligas de colores puede mejorar la apariencia provocando una sonrisa divertida y colorida.
En cambio, en adultos se suele buscar algo lo más discreto posible y por ello este tipo de pacientes suele recurrir con más frecuencia a colores menos llamativos o directamente a tipos de ortodoncias más discretas pero también más costosas, como las ortodoncias de cerámica o de zafiro.
¿Cuánto dura el tratamiento?
La duración de un tratamiento de ortodoncia depende de cada caso particular, sin embargo, suele rondar el año y medio, lo que quiere decir que hay casos sencillos en los que tras doce meses se han resuelto las irregularidades de los dientes, y otros complicados que requieren 24 meses o incluso 36.
En general, la duración del tratamiento dependerá del tipo o grado de maloclusión que tenga el paciente, de la planificación por parte de los profesionales, de la edad de la persona, de la colaboración por parte del paciente a la hora de mantener una buena higiene dental durante el proceso y del tipo de ortodoncia aplicado en cada caso.
¿Qué molestias puedo llegar a tener después de ponerme los brackets fijos?
Los brackets no deberían ser dolorosos ni molestos, más allá de aquellos momentos en los que se ha producido una revisión o estando recién colocados.
En general, la ortodoncia puede resultar molesta y doler un poco durante las primeras semanas de tratamiento, como es lógico.
Además, después de cada revisión es posible que molesten debido a que el ortodoncista ajusta la presión de los brackets y el ángulo de fuerza para que el desplazamiento siga el curso estimado. Por supuesto, si el dolor es excesivo deberá ser controlado por el profesional que dirija el tratamiento.